Sin duda alguna Grey’s Anatomy ha sido una de nuestras series favoritas, no solo por los “guapos” cirujanos, sino por la gran cantidad de drama que se desarrolla a la par de los trágicos accidentes y desafíos que los médicos deben resolver capítulo a capítulo. Gracias a sus altos niveles de popularidad (un constante “top […]
Sin duda alguna Grey’s Anatomy ha sido una de nuestras series favoritas, no solo por los “guapos” cirujanos, sino por la gran cantidad de drama que se desarrolla a la par de los trágicos accidentes y desafíos que los médicos deben resolver capítulo a capítulo.
Gracias a sus altos niveles de popularidad (un constante “top 10” en la televisión estadounidense) desde su aparición en el 2005 y el contexto en el que la trama se desarrolla, el Grey Sloan memorial, un hospital de enseñanza en Seattle; fue escogido por la revista científica Trauma Surgery and Acute Care Open para ser analizada como parte de un estudio de la representación ficcional de la atención médica.
De acuerdo con los investigadores, la información fue sistematizada en 290 pacientes ficticios, los cuales se retrataron en los 269 episodios de las primeras 12 temporadas emitidas de 2005 a 2016. Dichos datos se compararon con las lesiones de 4 mil 812 pacientes de la vida real en el año 2012, según el banco Nacional de Traumatismo de EEUU.

Con base en dicho trabajo, la tasa de mortalidad en la serie fue de tres veces mayor que la de la vida real, es decir 22% contra un 7%; mientras que lo referente al tiempo de recuperación el 50% de los pacientes televisivos pasaban menos de una semana en el hospital, cuando en la vida real el solo uno de cada cinco pasan ese tiempo recuperándose.
Asimismo, la velocidad con la que los pacientes pasan de la sala de emergencia al quirófano y la cantidad de pacientes transferidos a centros de atención especializados a largo plazo tuvo un índice más alto en la serie que los datos arrojados en la vida real; por lo que los especialistas estas diferencias pueden dar a los pacientes y televidentes “una percepción sesgada de la realidad” afectando así sus expectativas y las de sus familiares.